Medicina Interna
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La unidad de medicina interna se ocupa de la atención a los pacientes ingresados por motivos no quirúrgicos, sobre los que ofrece una visión integral, así como de colaborar con el resto de especialistas que lo demanden para resolver procesos patológicos paralelos al que motivó su ingreso. Esta unidad trabaja en equipo y de forma coordinada, tomando decisiones médicas sobre los pacientes, que son el resultado del análisis y discusión de cada caso.
En el estudio y tratamiento del paciente de medicina interna pueden realizarse técnicas diagnósticas invasivas como la toracocentesis, paracentesis, punción lumbar, etc, siendo necesarias más comúnmente las técnicas radiológicas y las determinaciones de laboratorio, así como las realizadas por otras especialidades como endoscopias digestivas, ecocardiograma, fibrobroncoscopia, aspirado medular, etc.
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Fundamentalmente se ocupa del estudio y tratamiento de enfermedades agudas o crónicas agudizadas en las que no se prevé que requieran una intervención quirúrgica, en el ámbito de la cardiología, neumología, aparato digestivo, neurología, nefrología, endocrinología, enfermedades infecciosas, enfermedades autoinmunes, aquellas que no tengan definido su origen y las que afectan a varios órganos o sistemas de forma simultánea (sistémicas).