Más de 500 menores atendidos en Atencion Temprana de Córdoba

La Unidad de Atención Temprana del Hospital San Juan de Dios de Córdob ha atendido a más de 500 niños que presentaban diferentes trastornos en su desarrollo,desde su inicio en el 2006 hasta el mes de octubre de 2011, manteniendo una media de 150 menores atendidos semanalmente.
 

Para ello se ha configurado una Unidad de Atención Temprana con un enfoque interdisciplinar que ya es referente en el desarrollo psicoevolutivo de los primeros años. Llevando a cabo un conjunto de actuaciones preventivas y asistenciales sobre los niños que presentan trastornos en su desarrollo, sobre sus familiares y su entorno, orientadas a potenciar su capacidad de desarrollo y de bienestar, posibilitando su integración en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía personal de la forma más completa posible.

Si bien este programa está dirigido a menores de 0 a 6 años, hay niños que precisan una continuidad del mismo.

Ante ello, la Obra Social de San Juan de Dios de Córdoba ha decidido poner en marcha un programa de atención para menores entre 6 y 12 años y sus familias, con el que se pretende  dar continuidad al tratamiento de los que han sido atendidos en nuestra Unidad de Atención Temprana, pero que no han visto superadas sus dificultades y requieren una prolongación de la intervención en su proceso de desarrollo. La Obra Social ha previsto becar cada año a tres menores.

Especial atención

Durante estos años, se ha prestado especial atención a aquellos factores que favorecen el desarrollo cerebral de los niños, aumentando sus capacidades y habilidades para su autonomía y aprendizaje. Estableciendo un modelo  de estimulación temprana basado en la globalidad del desarrollo psicoevolutivo, la intervención integral no fraccionada, el ritmo evolutivo de cada niño y la participación de los padres. De tal manera que, la estimulación temprana permita y tenga en cuenta toda aquella actividad de contacto o juego con un niño que propicie, fortalezca y desarrolle adecuada y oportunamente sus potenciales humanos.

Como explica Juan de Dios Serrano Rodríguez, responsable del Servicio de Psicología Clínica del Hospital San Juan de Dios de Córdoba, “se estimula a un bebé cuando se ayudan a desarrollar todos sus sentidos, lo que aumenta, por una parte, el control emocional, proporcionándole al niño una sensación de seguridad y goce; y por la otra, amplía la habilidad mental, que le facilita el aprendizaje, ya que desarrolla destrezas para estimularse a sí mismo a través del juego libre y del ejercicio de la curiosidad, la exploración y la imaginación”.

Asimismo, destaca que “la estimulación es un proceso natural, por la cual el bebé sentirá satisfacción al descubrir que puede hacer las cosas por sí mismo. De tal manera, que durante los siguientes años la estimulación ayudará al infante a adquirir y a desarrollar habilidades motoras, cognoscitivas y socio-afectivas; observando al mismo tiempo, cambios en el desarrollo”.

Además, la estimulación temprana permitirá también “incrementar día a día la relación amorosa y positiva entre los adultos y el niño”. Y es que la estimulación temprana favorece el desarrollo de la corteza cerebral de los niños, formando niños más abiertos a la aprehensión de su contexto.

Primeros meses de vida

No se obvia que la estimulación temprana se fundamenta en la plasticidad del cerebro en los primeros meses de vida, en base a la activación y aprovechamiento funcional de todas las estructuras del sistema nervioso central, que conserven su funcionalidad normal e incluso de aquellas que presentan funciones incompletas en relación con el daño cerebral.

Juan de Dios apunta que “el análisis de todos estos mecanismos de neuroplasticidad y restauración funcional como base neurobiológica que apoya y justifica la intervención temprana, constituyendo el fundamento de nuestra Atención Temprana”, y precisa que “se ha demostrado ampliamente la eficacia de la intervención temprana en niños con necesidades especiales en diversos ámbitos: motor, lingüístico, cognitivo, sensorial, etc.”

Dicha Unidad de Atención Temprana realiza los programas de intervención terapéutica y psicoeducativa, a distintos niveles, dirigidos a niños de 0 a 6 años con problemas en su desarrollo, sus familias y entorno, con la finalidad de prevenir o minimizar las posibles alteraciones o deficiencias ya existentes.

También funciona como un Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) para la Prevención Terciaria colaborando así desde septiembre de 2006 con el Proceso de Atención Temprana en el Distrito Sanitario de Córdoba. Destacando la impronta que se le da a esta asistencia con la identidad juandediana y su sensibilidad hacia los más desfavorecidos y aportando la dilatada experiencia que tiene la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en la atención y asistencia a la discapacidad.